Puede ser una realidad en tu vida que las bendiciones de Dios te sigan. Solo basta con confiar y descansar en el cuidado del Señor Dios, quien es el Gran Pastor de su pueblo.
Cuando te sientas perseguido por los enemigos, agobiado por los problemas o las decepciones, recuerda que el amor de Dios que está contigo es mucho más grande. Agárrate firme de sus manos poderosas, pues su bondad, su amor y su misericordia te acompañarán para siempre.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida…
(Salmo 23:6a)
David expresó en el Salmo 23 su convicción de que el bien y la misericordia de Dios estarían con él por toda su vida, y nosotros también, como hijos de Dios, podemos descansar en esa realidad. Sea que nuestros días estén llenos de alegría y abundancia o tristeza y tiempos duros, la bondad y la misericordia de Dios siguen con nosotros, porque Dios nunca nos abandona.
El salmista David lo expresó así:
Aunque ande en valle de sombra de muerte
no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo.
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
(Salmo 23:4)
Por lo tanto, no temas. Dios nunca te fallará. Su cuidado está sobre ti en todo momento y él traerá el bien y la misericordia a tu vida de formas diversas en medio de cualquier situación. ¡Confía en él!
Buenos días, Dios te sustenta y te ayuda a encontrar todo lo que necesitas para vivir, Él también te da descanso y paz. Recibe Su bendición
