Dios desea que nos acerquemos a él. Él anhela que lo busquemos con sinceridad, con nuestro corazón deseoso por conocerlo. Cuando lo hacemos, él nos recibe, nos escucha y nos ayuda.
A veces, puede parecer que Dios está lejos o que no nos oye, pero la verdad es que él está siempre cerca, y está esperando que le hablemos. Dios nunca nos rechaza cuando lo buscamos con sinceridad. Al contrario, se alegra al oír nuestra voz, nos recibe con amor y nos abraza con su paz.
Dios anhela que tengamos una amistad con él. Así como disfrutamos de pasar tiempo con nuestros mejores amigos, Dios quiere que disfrutemos y nos alegremos al estar con él en oración, leyendo su Palabra y cuando compartimos con él nuestros pensamientos y sentimientos.
Tú, Señor, estás cerca de quienes te invocan,
de quienes te invocan con sinceridad.
Tú respondes a las peticiones de quienes te honran;
escuchas su clamor, y los salvas.
(Salmo 145:18-19)
No importa quién seas o lo que hayas hecho, si buscas a Dios con todo tu corazón, lo encontrarás. Él nunca se esconde ni se aleja de quienes desean conocerlo. Hoy, tómate un momento para hablar con Dios. Dile lo que sientes, dale las gracias por su presencia y su amor y pídele que te ayude a conocerlo más. Dios escuchará tu clamor y obrará, porque él está siempre atento a los que se le acercan y claman a él de todo corazón.
Buenos días, busca a Dios lo encontrarás, porque Dios se revela a quienes lo buscan de todo corazón. Jesucristo te bendice
