Córdoba, Ver.- Guadalupe Ibáñez González, una vividora del viejo sistema y que ahora se hace llamar “luchadora social” aun no le ha caído el veinte el cambio de políticas de la Cuarta Transformación.
El papel que juega la “activista” del Frente Popular Revolucionario no es más que un oasis de lo que supuestamente defiende; que son las canonjías que busca como lo hace su impulsor Gaudencio Brito Flores en Orizaba.
El FPR no cuenta con más de 10 integrantes y que lo único que saben hacer bien, es escandalizar, presionar y obtener algún beneficio.
Así es como opera la luchadora social Guadalupe Ibáñez, quien no ha podido sacudirse su paso por el viejo sistema político que la formó para hacer comparsa, y en Córdoba al ver que su movimiento se desploma, busca llamar la atención al solicitar firmas para señalar los abusos que cometen los policías y agentes viales, y se sabe que no lo hace para defender la causa, sino para que obtenga impunidad y le den garantías a su lucha social.
Desde el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ya no se contemplan estos intermediarios que se quedaban con la mejor tajada, esto hace que ahora busquen nuevos horizontes, y a la vez se amparen en contra de las acciones que podría tener pendientes la ley en su contra.
Es así como personas o mal llamados luchadores sociales durante muchos años lucraron con la pobreza de los comerciantes, vendedores ambulantes que han confiado en ellos y a cambio les han dado las migajas de lo que han obtenido a sus costillas.
Guadalupe Ibáñez se dice dirigente y no la siguen más de diez personas, con esta gente quiere hacer la mosca chillar.
Ahora, se instala en el parque 21 de Mayo para pedir firmas y destituir a policías y agentes de Tránsito para presionar a las autoridades y conseguir dinero.
