Amatlán de los Reyes, Ver.– Baches, piedras sueltas y lodo son parte del escenario que enfrentan diariamente los habitantes que transitan por el camino a La Toma, una vía prácticamente intransitable ante la falta de mantenimiento y las recientes lluvias. La población denuncia que la administración encabezada por Luis Arturo Figueroa Vargas ha condenado a esta comunidad al olvido.
Vecinos expresaron su indignación ante el estado deplorable del camino, señalando que la única presencia del Ayuntamiento en la zona ha sido para tomarse fotos en eventos públicos, pero nunca para atender las verdaderas necesidades. «Si el alcalde dejara de robar y de gastar en bailes, ya hubiera arreglado esto», lamentó un ciudadano, quien prefirió mantener el anonimato por temor a represalias.
El abandono de esta vialidad no solo representa un problema de movilidad, sino un riesgo para la seguridad de familias enteras, especialmente durante las lluvias, cuando el lodo y las piedras dificultan aún más el paso de vehículos y motocicletas. La situación afecta a productores, estudiantes y trabajadores que a diario se ven forzados a usar esta ruta.
Mientras el presidente municipal presume eventos festivos y dispendios innecesarios, el clamor ciudadano exige obras reales. Los habitantes de La Toma y sus alrededores demandan atención inmediata, pues consideran que el desinterés de las autoridades refleja una administración más preocupada por la imagen que por resolver los problemas urgentes de sus comunidades.
