
Acultzingo, Veracruz — Habitantes de la localidad La Jarochita, en la región de Acultzingo, mantienen un bloqueo en las vías férreas como medida de protesta para exigir solución a la grave afectación de su agua potable, la cual, según denuncian, ha sido contaminada y dañada por trabajos de la empresa Ferrosur en un túnel cercano.
Los pobladores acusan que, debido a las obras de la compañía ferroviaria, el suministro de agua se ha visto severamente perjudicado, generando una crisis para las familias de la zona. Ante la falta de respuestas, decidieron tomar medidas radicales, interrumpiendo el tránsito de trenes para llamar la atención de las autoridades.
Exigen la Intervención de la Gobernadora del estado y la Presidenta de la república
Los manifestantes aseguran que las autoridades municipales de Acultzingo están coludidas en actos de corrupción y no atienden sus demandas. Incluso, señalan que algunos funcionarios tienen vínculos con el crimen organizado, lo que ha impedido una solución transparente y justa.
Debido a esto, los afectados piden la intervención urgente de la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle , y de la presidenta Claudia Sheinbaum, para que se investigue el caso y se garantice el acceso al agua potable, un derecho fundamental.
Ferrosur en el Ojo del Huracán
Los pobladores exigen que Ferrosur asuma su responsabilidad y repare los daños causados al acuífero, ya que sostienen que las perforaciones y construcciones de la empresa han contaminado o desviado los mantos freáticos que abastecen a la comunidad.
Mientras tanto, el bloqueo persiste, y los habitantes advierten que no desalojarán las vías hasta que sus demandas sean atendidas. La situación ha generado tensión en la región, donde la población clama por justicia y solución inmediata ante la negligencia de las autoridades locales.
Llamado a Mediar el Conflicto
Ante el riesgo de un posible enfrentamiento o una intervención violenta, organizaciones sociales han pedido que se abra un diálogo real con representantes del gobierno estatal y federal, evitando la criminalización de la protesta y priorizando el derecho humano al agua.
La crisis en Acultzingo refleja una vez más los conflictos socioambientales en México, donde comunidades enteras se ven obligadas a tomar medidas extremas para ser escuchadas.
