
Ya en la cabecera municipal, la energía fue aún mayor. Entre abrazos, palabras francas y rostros que transmiten esperanza, vecinos y vecinas le expresaron su respaldo y su deseo de un gobierno cercano, honesto y con carácter. “Queremos un presidente que diga las cosas como son”, le dijeron, y Andrés respondió con lo que ha sido su sello desde el inicio: escuchar, hablar con claridad y comprometerse de verdad. Cada día se suman más voces a este proyecto que crece desde abajo, con la gente y para la gente. Porque en Ixhuatlán, la esperanza no se grita: se camina junta.



