Al celebrarse el 494 aniversario de las apariciones de la virgen de Guadalupe
Córdoba, Ver.- Guadalupe Zetina Gutiérrez, es antropóloga. Nacida en Campeche y hace 2 meses y medio llegó, por cuestiones profesionales a Macao de la República Popular China. Y al conmemorarse el 419 aniversario de las apariciones de la virgen de Guadalupe, recuerda cómo celebraban en familia cada 12 de diciembre. Debido a que no pudo llevarse una imagen de la virgen del Tepeyac en su maleta, compró una allá.
Con 14 horas de diferencia Lupita ya celebró su día, pero antes, recordó que su padre Bernardo Zetina, quien ya dejó este mundo material y quien eligió el nombre para su hija; mientras que Hilda María Gutiérrez Rejón, madre de Lupita se mantiene en la tierra natal celebrando las tradiciones mexicanas.
Mientras en nuestro país, millones de mexicanos buscan llegar a la Basílica de Guadalupe en Ciudad de México para celebrar este día; Lupita Zetina asegura que desde su llegada a Macao no ha encontrado a ningún compatriota; contactó a algunos en Hong Kong.
“Cuando me vine para acá, me hice una bolsa con cosas mexicanas: mi bandera, una máscara de luchador, una estampa de la virgen y algunas otras cosas, pero mi maleta estaba vomitando y ya no cupo. Pero me voy a comprar a mi virgencita aquí. Conseguí muchas cosas para mi altar de muertos”, dijo.
Como antropóloga, Zetina Gutiérrez explica que hay un fenómeno en que la devoción a la virgen se desdobla ya no totalmente como icono religioso sino como marcador de identidad; en algunos casos, hay otro porcentaje de la gente que si es devota.
En México se registran millones de peregrinos, procedentes de todos los estados, quienes meses antes del día de la virgen morena, preparan su viaje a la basílica para retornar, algunos con el fuego guadalupano en la antorcha preparada para ello y otros más con el estandarte que ha sido bendecido un sin número de veces y se expone en sus ermitas, capillas, iglesias para rendirle culto a la reina de México y Latinoamérica, pues el fervor guadalupano ha roto fronteras y crece la devoción a la virgen morena.
Córdoba registró un importante número de peregrinaciones, no sólo en la rectoría de Santa María Guadalupe sino en distintas iglesias, capillas, ermitas, incluso en algunas colonias y comunidades donde no se tiene un santuario, improvisan para reunirse y darle gracias a quien protege a las familias y forma parte de la identidad mexicana.
