Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos.
(1 Crónicas 29:11)
Muchas de las situaciones que enfrentamos pueden parecernos imposibles. Problemas económicos o de salud, conflictos familiares, heridas del pasado o incertidumbres del futuro… La lista puede ser muy larga, y el corazón puede sentirse pesado y cansado. Pero debemos recordar que servimos al Dios todopoderoso, el dueño de todo lo que existe. Él nos ama, escucha nuestras oraciones y obra a nuestro favor. Solo necesitamos perseverar en oración y mantener puesta nuestra fe y confianza en él.
Cuando los caminos parecen cerrarse y no hay salida visible, Dios sigue siendo fiel. Él abre puertas y trae nuevas oportunidades. Nuestro Dios calma la tormenta con una sola palabra y transforma lo que parecía una derrota en una bendición. Nuestro deber no es entender cada proceso, sino mantener nuestros ojos puestos en Jesús, sabiendo que él no nos abandona nunca y cumple siempre sus promesas.
Estos confían en carros, y aquellos en caballos;
Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria.
Ellos flaquean y caen,
Mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie.
(Salmo 20:7-8)
Cuando algo parece imposible, recuerda que para Dios todo es posible. Levántate con confianza, pues su poder no tiene límites, su amor no falla y su propósito en ti no se detiene. Confía, espera y sigue adelante, caminando con fe. Dios está obrando, incluso cuando no lo ves. El Dios de lo imposible cuida de ti y su poder se manifestará.
Confíen siempre en el Señor,
porque él es la Roca eterna.
(Isaías 26:4)
Buenos días, Dios está a tu lado y quiere bendecirte
