Pero acerca de aquel día y aquella hora, nadie sabe; ni siquiera los ángeles de los cielos, ni aun el Hijo, sino solo el Padre. Porque como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Pues como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en casamiento hasta el día en que Noé entró en el arca, y no se dieron cuenta hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.
(Mateo 24:36-39)
¿Estarías preparado para encontrarte cara a cara con Dios mañana? La Biblia dice que si te arrepientes de tus pecados y dedicas tu vida a seguir a Jesús, no tienes ninguna razón para sentir miedo. Cuando llegue el momento de rendir cuentas, todos los que hemos creído en Jesús como Señor y Salvador y hemos permanecido fieles, seremos presentados como purificados por él. Por eso es importante que arregles tu vida con Dios hoy, mientras todavía hay tiempo.
Esta es la palabra de fe que predicamos: que, si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo.
(Romanos 10:8b-10)
Si todavía no lo has hecho, decídete hoy. Abre tu corazón a Jesús y recibe la seguridad de la salvación y la esperanza del cielo.
Buenos días, Dios desea que vivamos, en comunión con él. Anhela perdonar nuestros pecados, restaurarnos en su amistad. Dios quiere que nuestras historias también reflejen la transformación que llega como producto de su perdón y su amor.
