
Acuérdense de los presos, como si ustedes fueran sus compañeros de cárcel, y también de los que son maltratados, como si fueran ustedes mismos los que sufren.
- Hebreos 13:3
Si alguien te apuntara con un arma y te preguntara si amas a Jesús, ¿cuál sería tu respuesta? Muchos cristianos por todo el mundo son forzados a escoger entre sus vidas o su fe.
En muchos países ser cristiano significa arriesgarlo todo: los bienes, la familia, la salud, la vida. Ellos son los héroes de la fe. Ellos son nuestros hermanos. ¿Oras por ellos? ¿Llevas a tus hermanos delante de Dios y ruegas por el bienestar de ellos? Somos llamados a orar por nuestra familia en el Señor.
Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alertas y perseveren en oración por todos los creyentes.
(Efesios 6:18)
Cuando oramos por nuestros hermanos que sufren y son maltratados por amor al Señor, damos testimonio de que somos una familia, que el amor de Cristo nos une. En la oración de Jesús en Juan 17, él mencionó eso:
Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno: 23 yo en ellos y tú en mí. Permite que alcancen la perfección en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos tal como me has amado a mí.
(Juan 17:22-23)
Ora por nuestros hermanos, hacer todo lo posible por ayudarlos y animarlos, muestra que somos parte de la gran familia de Cristo. Es testimonio de que somos uno en él.
¡Ora por tus hermanos en la fe! Muestra ante todos que Cristo vive en ti y que eres parte de su gran familia.
Buenos días, Santiago 4:8 dice: Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Y esto es lo que hacemos cuando oramos! Nos acercamos al Padre; sacamos tiempo para hablarle y escucharle, para disfrutar de su presencia y compañía. Esta es la razón principal por la que oramos. Siente la Presencia de Dios cuando clamas a Él, recibe Su bendición.
